Esta novela trata sobre la
superación familiar, comienza cuando la esposa del director Tadeo Yolsa pierde
un hijo, después que la golpearon en el vientre y tuvo que abortar.
Después de 5 años la historia es contada por el joven de 18 años de edad Gerardo Hernández.
Esta comienza cuando Saúl (su hermano mayor), estaba en el baño con su novia y lo encontraron besandose, después de esto llamaron a su padre, el Dr. Hernández.
Su padre, al humillarlo delante de sus compañeros y el director provocó que Saúl se fugara de la casa. Y hay comenzó todo el problema.
Tadeo Yolsa habló con el padre de Saúl y de Gerardo acerca de su comportamiento en la escuela. Gerardo se enfadó y se robó el maletín de su director
En este se encontraban dos carpetas verdes y una azul; la primera contenía manuscritos personales; la segunda escritos a máquina y apuntes; la tercera contenía manuscritos en latín y borradores de sus traducciones< también tenía plumas, lápices, una calculadora y un diccionario latín- español/ español- latín.
En la noche él comenzó a leer todos los apuntes que se encontraban es las carpetas del director, juntó su cama y la de su hermano ya que se encontraba vacía. Y se dió cuenta de que estos contenían un sin número de mensajes importantes para vivir en sociedad.
Al día siguiente se levantó a las 9:00 y por esa razón no pudo ir a la escuela. Cuando despertó, continúo leyendo los manuscrito.
Luego se escuchó el teléfono sonar y él se apresuró a responder. Una voz le dijo que su hermano Saúl estaba en la escuela causando desorden; se alistó lo más rápido que pudo y salió corriendo hacia allá; cuando llego era demasiado tarde, su hermano ya se había marchado.
Gerardo se quedó en el despacho del director hablando de lo ocurrido, este le contó todo con pormenores, le contó como llegó Saúl con todos sus amigos a pedirle dinero; le dijo de la perdida que tuvo su esposa cuando estaba embarazada y Gerardo lo relaciono con un problema que había tenido su <hermano años atrás.
Al finalizar la conversación el director exigió a Gerardo a que le devolviera su portafolio, este se asusto tanto en la forma que se lo dijo que salió corriendo sin despedirle de nadie.
Cuando salió se dirigió a una fotocopiadora y le saco copia a cada una de las hojas del director para quedarse con ellas.
El día siguiente él se levantó muy temprano y llegó a la escuela antes que el director y la secretaria; se dirigió a la oficina y puso el portafolio encima del escritorio y salió de ahí lo más rápido que pudo y se fue a su aula.
El profesor asignado (Ricardo) tardo en llegar; así que los estudiantes empezaron un alboroto. Cuando finalmente llegó, nadie lo respeto y no hicieron silencio hasta que el director se apareció en el aula.
Le dijo que no le molestaba lo que habían acabado de hacer y que los entendía porque eran jóvenes, les dio una charla por lo que todos se interesaron, era sobre las personas que se creían poco aceptadas ya que en sus casas los habían acomplejado.
Les dijo que hicieran una lista de personas, desde las más importantes hasta la que ni deberían mencionarse. Al ver que nadie llegaba al punto que él deseaba dijo que la primera persona que tiene que estar en la lista es “Dios”, luego sus padres y después los amigos, novias, etc.
“A los padres hay que darle amor, hacerle ver que los necesitan” dijo el director Tadeo Yolsa.
Estudiantes de otras aulas fueron a ver de qué se trataba esa conversación tan interesante que había, se sentaron en las sillas libres y los que no encontraron se quedaron en los pasillos a escuchar y pronto se pusieron al tanto de todo de lo que se hablaba.
Una joven llamada Sahian le contó su historia al director y le pidió su ayuda. Le dijo que ella tenía una relación con sus padres superficial, o sea, no dan opiniones personales o cuentan problemas íntimos.
El director le dijo que hiciera lo posible para comunicarse con ellos, que era muy importante que sus problemas se solucionaran antes de ser tarde.
Ella escribía con detalles todo lo que decía el director y Gerardo se percató de eso. Al finalizar la charla Gerardo la siguió y le dijo que el director le había dejado fotocopiar las hojas, pero le mintió diciendo que no las tenía todas ahí y la invito a tomar un helado y ella aceptó.
En la heladería él empezó a dictarle las diez señales que marcan el camino hacia el fracaso y la perdición de un joven, detectadas en la relación con sus padres.
Ella le comentó sobre un amigo que se había escapado de su casa porque sus padres no lo entendía. Y le dijo que ese amigo se llamaba Saúl. Gerardo le preguntó que donde se quedaba Saúl y ella le dijo que estaba en la casa de unos amigos.
La mañana después de eso Gerardo fue a visitar al director. Este le preguntó si tenía noticias del paradero de Saúl, Gerardo le dijo que una amiga sabia donde se estaba quedando y lo iba a buscar.
El director le anuncio de unos cursos para padres que se iban a dar la noche siguiente, Gerardo se emocionó mucho y le preguntó si podía ir; el director asintió.
Luego Gerardo llamó al Dr. Hernández, para ver si lo dejaba ir a buscar a su hermano Saúl a la casa de un amigo en Guanajuato. En el teléfono no se escuchó nada porque su padre tardo un momento en reaccionar, pero luego accedió, advirtiéndole que su hermano no iba a ser bien recibido, no como lo era antes.
Gerardo, también le anuncio de la charla que iba a dar el director en la escuela al día siguiente.
Concluida la conversación su madre le dio dinero suficiente para que alquilara un hotel para su estadía, se fuera en autobús y para que alquilara un taxi.
Él alquilo un taxi y se despidió de su madre con la mano, parecía un niño que iba para el jardín de niños. Durante su viaje en el autobús iba leyendo una carta que Tadeo Yolsa le escribió a su esposa Helena.
Su viaje fue un fracaso total porque Saúl ya se había marchado de vuelta a su casa. Buscó el hotel más cercano para hospedarse durante esa noche y luego emprender el viaje de vuelta a casa.
Pudo conseguir un autobús al medio día. Todo el camino se la pasó ansioso por llegar y ver a su hermano, quien debía estar en casa y sus padres deberían estar en la conferencia.
Por fin llego a su casa, pero se le habían olvidado sus llaves así que toco la puerta pero nadie abrió, él sonrío pensando que estaban en la conferencia que estaba dando el director.
Se fue a la escuela y se sentó en la primera silla que encontró, el título de la conferencia era “MENSAJE URGENTE DE SUPERACION FAMILIAR” y se impartía en el aula ocho de la escuela.
Cuando entro se dio cuenta que la mayoría eran padres pero no vio por ningún lado a los suyos, los únicos jóvenes eran él y su amiga Sahian.
Justamente cuando él entro el director estaba diciendo las cinco leyes para dirigir un hogar, estas son:
Ley de la ejemplaridad
Ley del amor incondicional
Ley de la disciplina
Ley de la comunicación profunda
Ley de la fuerza espiritual
Gerardo llamo a su tía Lucy para preguntarle sobre sus padres, ella le dijo que se quedara en la escuela que su padre lo iba a pasar a buscar y colgó el teléfono sin dar más explicaciones. Gerardo se quedó en pasmado, porque no entendía nada de lo que pasaba.
El director explico cada una de esas leyes con detalle, hasta que todos las entendieron perfectamente. Al finalizar cada ley le daban un receso para que el director pudiera descansar la garganta.
Después de explicar la ley del amor incondicional Gerardo se dirigió a su casa a ver si entendía algo de lo que pasaba. Entro por una ventana rota por la cual siempre entraba cuando llegaba tarde y no quería despertar a sus padres.
Cuando fue a la sala encontró un gran desastre: el librero junto a todos los libros estaban en el suelo, había vidrios rotos y había un olor rancio. Luego recordó que su padre lo iba a pasar a buscar a la escuela y se fue lo más rápido que pudo.
Justamente cuando estaba explicando la ley de la disciplina su padre interrumpió, tenía un traje liso y elegante que solo se lo ponía para ocasiones importantes y lo miro con un gesto de enfado y de súplica.
Luego se pudo en la puerta del salón, el director lo invitó a pasar, pero parecía que él no escuchaba la invitación, miraba al frente como si estuviera drogado.
Cuando Gerardo volvió a mirar a su padre lo vio con el rostro morado, la boca seca y con grandes ojeras grises.
El Sr. Hernández se quedó escuchando la plática hasta que no se contuvo, se puso a llorar, salió del salón y se fue a la acera, bajo un farol. Parecía como si estuviera hipnotizado.
Cuando volvió a entrar anuncio que su hijo Saúl había vuelto a la casa, que él no lo supo recibir, que Saúl se había suicidado.
Cuando Saúl regreso a su casa no fue bien recibido, se sintió tan defraudado, que en la madrugada se fue al sótano y se ahorco con su propio cinturón. Ninguno de los dos (el Dr. Hernández ni Saúl) se supieron comunicar adecuadamente.
Todos los presentes en el curso asistieron al velorio.
Luego de esto la familia se separó, la Sr. Hernández y Laura se fueron a vivir con la tía Lucy y el Sr. Hernández y Gerardo se quedaron en la casa. Hasta que un día Gerardo se cansó, se bañó y fue a ver a Sahian y le pregunto si quería ser su novia, ella no respondió pero su silencio lo dijo todo, dijo que “si”.
Entre los dos organizaron un reencuentro, querían que Tadeo Yolsa fuera donde la tía Lucy para que los convenciera de que lo que ellos hacían estaba mal y que tenían que apoyarse mutuamente.
Esto ocurrió a la perfección, después de este reencuentro las cosas mejoraron, ellos se podían comunicar, se mudaron para olvidar la tragedia ocurrida.
Después se varios años Gerardo se casó con Sahian. Tuvieron una familia muy feliz.
De los escritos del director el que más ayudo a Gerardo fue un pasaje de Ignacio Larrañaga, dice lo siguiente:
¿Quieres ayudar? Ayúdate primero.
Solo los amados aman.
Solo los libres libertan.
Solo son fuentes de paz quienes están en paz consigo mismo.
Los que sufren, hacen sufrir.
Loa fracasados necesitan ver fracasar a otros.
Los resentidos siembran violencia.
Los que tienen conflictos provocan conflictos a su alrededor.
Los que no aceptan no pueden aceptar a los demás.
Es tiempo perdido y utopía pura pretender dar a tus semejantes lo que tú no tienes.
Debes empezar por ti mismo.
Motivaras a realizarse a tus allegados en medida en que tú te estés realizando.
Amaras realmente al prójimo en la medida en que aceptes y ames serenamente tu persona y tu pasado.
“Amaras al prójimo como a ti mismo”, pero no perderás de vista que la media eres “tú mismo”.
Para ser útil a otros, el importante eres tú mismo.
Sé feliz tú, y tus hermanos se llevaran de alegría.
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